venres, 17 de maio de 2019

Agradecido


Tenía trece años. Aún soy capaz de rememorar aquel olor, olor a naturaleza magica. Aún escucho tu banda sonora, entre palcos de la fiesta y aquella cancíon de la Guardia. Aún soy capaz de volver montado en mi imaginación, vestido de recuerdos. Volver a casa. Bañobre fue siempre mi casa aunque no lo supiera. Y su esencia quedó grabada en mi a pesar de la distancia, esa que no hacen los quilómetros sino el tiempo, esa que se te mete en los huesos y deja su impronta indeleble para siempre.
Hace 30 años, ya era hora de volver a casa, o al menos a un pasito, lo más lejos a tu lado como diría mi amigo Cabrales. El olor de los cuartos de barreno en el campo de la fiesta, de sus árboles, de sus caminos, de las bostas de vaca, poesía de la vida.

Hace un año y muy poco más que mi vida dio un vuelco, de esos que nunca sabes hacia donde te van a llevar, estoy acostumbrado a cambios, así que para mi es lo normal, pero no a cambios tan drásticos y menos sin querer que ocurran. Normalmente llevo todo controlado, pero esto se me fue de las manos y cuando quise agarrarlo era demasiado tarde, y aún lo sigue siendo, para muchas cosas.
Y lo peor es que en este año no dejó de cambiar, en muchos casos para mal. Pero si algo aprendí hace mucho tiempo es que todo lo malo trae algo bueno y que la única forma de enfrentarte es con una sonrisa, y lo más posible, de frente. En este camino que emprendí, al principio sólo y demasiado técnico, me fueron acompañando personas que ahora mismo son imprescindibles en mi vida, las que dan el color a las cosas, por las que sabes que cada mañana merece la pena levantarse y sonreir. Sin vosotros no podría avanzar y mantenerse fiel a mis ideas, esas que hace muchos años me enseñaron.

 Como una gran amiga me pregunto el primer día que nos conocimos.. ¨Y tu que buscas en la vida?...y yo le conteste: ¨Ser feliz¨
Tan fácil y tan difícil a la vez. Tan profundo como sencillo. Como las olas del mar rompen en la costa, viene y va sin descanso pero siempre está ahí.



Pero también dejas cosas por el camino, y lo peor, personas. Personas que quisiste y en muchos casos sigues queriendo y ya no son capaces de mirarte a los ojos, y duele, duele mucho.
No me gusta hacer daño a nadie, pero a veces es imposible de evitar. Ojalá algún día me perdonen, porque en la vida no hay culpables, todos somos responsables de lo que pasa, en mayor o menor medida.
Pero tal y como la vida te dió la vuelta, vuelve a colocarte en tu sitio y en mi caso lo hace no sólo un año más sabio, un año más fuerte, sino sobre todo un año en el que la fortuna me ofreció conocer a personas que serán inolvidables en lo que me queda de vida, pase lo que pase, y sí, gracias a ellos, la familia y al monte volví a escribir, volví a tocar, volví a sentirme querido y eso no se lo podré agradecer nunca lo suficiente. Algún día dejaré de correr (en mi caso más de andar), pero se que jamás perderé vuestra amistad, vuestro cariño.

 Y que decir de los que lleváis ahí tantos años, los del cole, los de Bañobre, los de Trashnos, los de Adormideras, los de Magisterio, Cuac Fm, el Depor, los del Market, Cas Montaña, mis amigos Herreños y al mundo del trail en general, a todos os debo parte de lo que soy, incluso más a los que dejé por el camino.
El año pasado aquí mismo decía que estaba haciendo esa gran subida, creo que la cima ya la dejé atrás, ahora sólo me estoy avituallando para empezar a bajar y prometo hacerlo sin frenos, a tope, disfrutando de lo que más me gusta, vivir.
Gracias a todos por acordaros de mi en este día, a los que se os pasó, a los que no os apetece felicitarme, a los que creeis que no lo merezco, a los que me quereis, a los que quiero, a mi familia por su apoyo en esta época tan difícil para todos y a vosotros Josiño, Lupe, Vane, Ele.....nunca podré agradeceros suficiente que me regalarais lo mejor que tenéis.

Y a Xoel, que puedo decir, no podría tener un hijo mejor, más sensible, ni más cariñoso, ni más bueno, en eso no pude tener más suerte.
Y a plofi que este año se fue de mi lado y estará en algún lugar a donde van los perritos buenos, fieles y cariñosos. Te echo muchísimo de menos.
Y al Depor, coño, espabila, y asciende.
Y como otra buena amiga me diría, sí, me estoy alargando demasiado, que con tanto tocho nadie llega al final, así que gracias a ti si conseguiste llegar hasta aquí y aguantar mi biblia.





Ningún comentario:

Publicar un comentario